Te dejaré ir.

Te dejaré ir, y no duele tanto aprender lo que intento enseñarte en la piel.
Encontraré en tu partida la libertad de tu ausencia, la tranquilidad de mis propias prisas.
Las noches pasarán de la espera a la esperanza endeble, suave y tranquila.
Te soñaré luz entre las tinieblas de la incertidumbre.
Te soñaré encanto en la dinámica vigorosa del sonido imperante.
Te soñaré libre en la sonoridad discreta del viento, en la imaginación mágica del arte, te soñaré,
y en el espacio más cercano te sentiré gota imaginada en la inagotable fuente del porvenir.

Comentarios

Entradas populares