Tierra húmeda

Que alguien venga, alguien con un movimiento ligero y circular que resbale por la tierra morena y siembre surcos. Tengo sonidos fuertes para vibrar con energía propia pero la tierra mía ya no es suficiente. Quiero manos cálidas circulando a ritmo, pues la tierra no responde con el frío casi siempre desatinado. Quiero tierra y agua, quiero lodo. Quiero lluvia de verano porque me muero de frío. Quiero trabajo compartido, fragua incansable, insaciable. Quiero baile cuerpo a cuerpo. Quiero riego con olores nuevos que  me he cansado de beber  olores míos. Quiero quietud por la mañana, la quietud que otorga la noche en vela. Espero a un apasionado labrador  que quiera saciar su sed con el rocío. Sé que sabrá guardar silencio y  comprender la discordia del deseo y el recato absurdo; sabrá recolectar entre sus labios otro poco de agua del amanecer y querrá volver a vivir de noche el sueño húmedo de la tierra y la sed.