Tu regreso al polvo

De un día para otro la casa de enfrente no existe,
cancelaron todas sus puertas derrumbándola.
Nada queda incólume en esta vida papá.
Por mas que nos guste la quietud 
insistimos en cambiar la tierra debajo de nuestros pasos.
Si no caminamos de todas maneras se derrumba un cerro como una casa vieja.

Poquito a poco la sensación de una casa abandonada
se resquebraja como un adobe que regresa al lodo.

Llueve y la tonalidad de la lluvia nos trae de vuelta la “música para tus oídos”;
la añoranza de la montaña cafetalera, el frijol, el maíz y la caña.
Con lluvia nos duele menos tu regreso al polvo.

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