Música


La música me tomo por sorpresa, y desde la primera vez la amé.
Reí con ella, soñé con ella, en ella nadé, reposé en ella y con su fuerza resurgí infinitas veces. ¿Dedicarme a la música? Fue un sueño de la infancia, 
y conforme pasaban los años dejé a la música como compañera y amiga 
para recibirla pero no para hacerla nacer. 
Estudié derecho, y otras preocupaciones sociales hacían mi destino, 
sin saber que día a día y noche a noche, la música me llamaba como otro destino ineludible. ¿Qué es el destino? Lo que hay que hacer, bajo la claridad de ser lo que amamos. 
Cuando la música nacía de mi boca o de mis manos, es decir, de mi entraña, 
- y después de tantas discordias entre el deber y el ser -decidí ser un camino, 
una senda por donde la música amigablemente pasa.

Foto: Wen G Vences Rufino


Comentarios

  1. Hermosas palabras y curiosamente llegan en un momento crucial de mi deber y el ser. Gracias por compartir, me encanta tu esencia. 🙏🏼💜🌻 Encantada de seguirte leyendo

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